Según la última encuesta de Percepción Social de la Ciencia, realizado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), el 46% de los españoles afirman que la ciencia es tan especializada que les cuesta entenderla.
Es más: el 60% de las personas con estudios universitarios no tiene muy claro cómo se prueba la eficacia de un medicamento.
Y el 25% piensa que los antibióticos curan infecciones por virus.
Con un panorama así, ¿cómo esperas que entiendan lo que haces?
Simplemente, la sociedad no está lista para entenderte.
Durante muchos años he sido infografista científico en medios de comunicación como El País y El Mundo, y me he visto en el reto de explicar noticias científicas complejísimas.
Siendo consciente, además, de que la mayor parte de los lectores no cuentan con el conocimiento suficiente para entenderlas.
Por eso he aprendido a crear infografías que expliquen con una claridad cristalina cualquier tema científico y médico, por complejo que sea.
Para que cualquier persona con un mínimo de interés vea la infografía y piense:
«¡Coño, así sí que lo entiendo!».
La infografía científica es el lenguaje más apropiado para comunicar las innovaciones más complejas.
No importa si se las tienes que contar a un potencial cliente, a un inversor, a un paciente, a un periodista o a otro científico.
Sea quien sea tu audiencia, todos agradecen el atractivo de una buena infografía, y celebrarán que una infografía bien explicada y ordenada les ayude a entender, sin esfuerzo, lo que haces.
Pero quien más lo va a agradecer vas a ser tú mismo, que con menos esfuerzo vas a conseguir que tu innovación llegue más lejos, se venda más, consiga más financiación…
Cualquiera que sea tu objetivo, si para conseguirlo necesitas a otras personas, tienes que explicarles lo que haces con una claridad cristalina, para que lo entiendan sin esfuerzo.
Y no basta con que lo entiendan superficialmente: deben entenderlo en profundidad para comprender por qué tu propuesta es mejor, más completa o tiene más valor que la de tu competencia.
Si les explicas lo que haces de forma superficial, difícilmente van a entender tu valor añadido.
Todo esto se puede conseguir con una infografía científica creada a medida para tu empresa.
Pulsa aquí, elige un día para que nos reunamos por videollamada, y completa el formulario con detalle para que vea si tiene sentido que trabajemos juntos.
¿A qué dedicarías todo el tiempo que ahora desperdicias explicando tu innovación una y otra vez, cada vez que alguien se interesa por vosotros?
Si tuvieras una infografía que lo explicase por ti, podrías dedicar los recursos de tu empresa a otra cosa:
¿Necesitas cerrar más ventas?
¿Atender a más pacientes?
¿Reducir el tiempo de decisión de un cliente?
¿Potenciar tu comunicación?
Tú eliges.
Pero no dediques más recursos a explicar una y otra vez lo mismo.
Asegúrate de que una infografía científica lo hace por ti.