Este es el rollo legal que la ley me obliga a detallar.
Avisado quedas de que es un aburrimiento total.
Pero ya que estás aquí, te lo pongo completo.
Vamos allá:
De acuerdo con lo que dispone la normativa vigente en materia de protección de datos personales (Reglamento (UE) 2016/679 de 27 de abril de 2016 (RGPD), Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, y el Real Decreto 1720/2007, de desarrollo de la LOPD), te informamos que los datos que figuran en la presente comunicación están incluidos en un fichero de tratamiento de datos propiedad de Heber Longás Crespo (ese soy yo, encantado 👋).
Dichos datos serán utilizados exclusivamente para el envío de comunicaciones que pueden ser de tu interés.
Ojo, que también puede ser que te envíe cosas que no sean de tu interés. Yo me esfuerzo mucho por que te interesen, pero te aviso oficialmente de que soy humano y no siempre consigo lo que me propongo.
Añado tambien que te enviaré emails con frecuencia:
A veces escribo varias veces a la semana.
Otras veces desaparezco durante semanas porque estoy de vacaciones.
En fin, lo normal.
Perdona, que me despisto.
Sigo con el rollo legal:
Tus datos no se cederán a terceros, salvo por obligación legal, y se mantendrán mientras no solicite su supresión u oposición. La presente comunicación comercial se envía bajo el amparo de la Ley 34/2002, de Servicios de la Sociedad de la información y de Comercio Electrónico.
Si deseas dejar de recibir comunicaciones comerciales, revocar su consentimiento o ejercer los derechos de acceso, rectificación, portabilidad, oposición, limitación o supresión, puedes solicitarlo en cualquier momento enviando un correo electrónico a la dirección info@fundamentium.com indicando en el asunto «Baja comunicaciones comerciales».
El párrafo de antes es el que mi abogada dice que tengo que poner por ley, pero la tecnología lo hace todo más fácil:
En la parte inferior de todos los emails que recibas habrá siempre un enlace para darte de baja de forma automática. Dice algo así como “Si no deseas recibir estos mensajes, puedes darte de baja aquí.”
Si pulsas en el enlace de esa frase (oh, sorpresa!) dejas de recibir emails de forma automática.
Fíjate qué fácil.
Si consideras que el tratamiento de datos personales no se ajusta a la normativa vigente, puedes presentar una reclamación ante la Autoridad de control (www.aepd.es).
Espero que no lo hagas, ya ves que me estoy esforzando un montón.
Pues ya está.
Éstas han sido las condiciones de suscripción.
¿De que sucripción?
De ésta de aquí:
Ahora que he cumplido con la ley, entre tú y yo, esta suscripción mola.
En ella aprenderás. Aprenderás sobre comunicación científica en general y sobre comunicación científica mediante infografías.
Y no me gusta comunicar en abstracto, sino comunicar para conseguir algo: que tus innovaciones tengan el reconocimiento que se merecen, vender más, captar pacientes, que te publiquen, que consigas financiación…
Si trabajas en el sector científico o médico, no importa a qué te dediques, te puede interesar. Si te dedicas a la abogacía o a fabricar juguetes, no sé cómo has acabado aquí, pero quizá sea mejor que te vayas.
Además es una suscripción entretenida.
No porque lo diga yo: es que me lo dicen mucho quienes reciben mis emails. Y no te creas que estoy presumiendo ni nada: a veces escribo un email muy serio y hace gracia. Es raro. Pero son cosas que pasan.
Si te das de alta y luego ves que no te interesa, te das de baja en un clic y tan amigos.
Si algo de lo que digo te parece una patochada, puedes responder insultándome. No te haré mucho caso, pero así te desahogas.
Pero si sigues aquí es que aún no te has dado de alta, ¿verdad?
Mira, te lo pongo fácil.
Aquí te dejo el formulario para que te suscribas.
Si quieres, te veo dentro: